martes, 19 de noviembre de 2013

El Este

Quería desde el post de hoy abrir una ventanita un programa ya desparecido de Radio 3 que descubrí por casualidad y del que, a través de sus podcast, me hice fan. Se trata de El Este, presentado por la envolvente y dulce voz de Maja Vasiljevic. En su archivo podemos escuchar un programa muy interesante dedicado íntegramente a la  Danza del vientre turca y a su música.

El este me atrapó en el momento en que casi sin quererlo acabé hace casi diez años en el corazón de Transilvania en un intercambio; o la vez que fuí sola al cine Maldà una tarde triste y lluviosa y me topé con "Gato negro, gato blanco" de Kusturica, que me hizo reír hasta las lágrimas.
El este me conduce inevitablemente al conocidísimo Goran Bregovic y a otras películas (no tan conocidas) como las del director francés Tony Gatlif,


o ésta rusa de 1976 con Svetlana Toma y Grigore Grigoriu sobre los gitanos en Siberia titulada "Los gitanos van al cielo":

 

Pero decir Este es decir algo mucho más grande que los Balcanes o Rumanía. Hablamos de un sinfin de culturas y lenguas, de danzas, de tierras transitadas por los gitanos. De puentes invisibles entre Europa y Asia. Un mundo por descubrir a nivel sonoro y cultural tras las huellas de los pueblos Rom.

Nereida se ata el pañuelo a la cabeza. Empieza una música que suena a acordeón y violín, los brazos suben desplegando un precioso mantón floreado. La danza es apasionada, la amplia falda voltea una y otra vez.. Amo la libertad y la alegría de los Rom, sus ganas de vivir y su fuerza.
 
Espero que alguna de estas músicas sea inspiradora de danzas.

¡¡Buen viaje!!


sábado, 9 de noviembre de 2013

Primeros pasos de sol y luna


Para empezar a conocer los pasos de la danza oriental me gusta mucho las distinción que se hace entre movimientos solares y lunares. 

Los solares o de fuego son los que se marcan con fuerza y pasión, como los golpes de cadera,  shimmies, drops etc. Los lunares o de agua son todos los movimentos ondulantes y dulces como los infinitos, los círculos de cadera, el camello y los movimientos de brazos.

Hay danzas que potencian más los movimientos solares. Para mí el rey de los soles es el solo de percusión. El cuerpo marca los golpes de la darbuka, es una danza vigorosa y de gran intensidad. Pero quien mejor que Jilina para mostrarnos lo que es tener el fuego en el cuerpo:


Y a la luna o el agua me remite enseguida esta maravillosa danza de mi profesora Zorah Leduc. Elementos como el velo, las alas de Isis o los abanicos dan un toque etéreo y ondulante que recuerda al mar.



Así poco a poco, paso a paso, Nereida va entrando tímidamente en el escenario de la Danza Oriental.



viernes, 8 de noviembre de 2013

De danza con sabor a oriente y sal


Un día en el que estaba perdida le pregunté a mi alma." Alma, ¿qué es lo que quieres?" y Alma me contestó sin dudar: "Bailar".  La pobre llevaba tanto tiempo hastiada en un cuerpo rígido y con menos y menos energía que la respuesta fue contundente, un reclamo.

Entonces recordé el olor a suelo de madera encerado del estudio donde bailé por unos años ballet y esas tardes improvisando movimientos libremente bajo la mirada amorosa de mi madre. También los dos años con Andrés Waksman que me enseñó a dejar que el cuerpo se expresara libremente. Y, de repente, me di cuenta que había dejado que se perdiera algo que hacía feliz a todo mi ser: Bailar.

Un tiempo antes de esa revelación me "enamoré" de una mujer que bailaba danza oriental con las músicas y la hermosa voz de Rosa Zaragoza. Desde ese día tuve claro cómo volver a reencontarme con mi cuerpo y mi alma. Y así es como llevo dos años, con el embarazo de mi primer hijo por medio, cautivada por el raqs sharqi.

Empiezo, así, pasito a pasito mi blog de danza y cultura orientales con la fotografía y las palabras de Isadora Duncan, la bailarina del mar (otro de mis grandes amores), la de los pies descalzos y la madre de la danza contemporánea:

"Nací a la orilla del mar. Mi primera idea del movimiento y de la danza me ha venido seguramente del ritmo de las olas..."

Suena una dulce melodía, la bailarina está de espaldas y sus manos y brazos se ondulan dulcemente. Nereida empieza a moverse con el primer compás...